El lugar sin límites: el anacronismo literario.
José Donoso a través de su novela El lugar sin límites, por primera vez
otorga voz a personajes excluidos por la sociedad, reprimidos, violentados
muchas veces incluso olvidados. En 1966, año en que se publica la obra,
claramente no era un año, una década ni menos una época en la cual hablar de
homosexualidad fuera algo común o natural para la sociedad. Por esta razón, la
Manuela, personaje travesti dentro de la obra de Donoso, representa un quiebre
para los cánones literarios de aquel entonces. Este personaje marcó el
principio para una nueva temática literaria: el mundo travesti. Sin embargo,
más de 40 años han pasado desde la publicación de la novela y varios tópicos
presentes en él siguen siendo replicados en la actualidad.
Hoy
en día, cuando el atardecer cae sobre las calles y las personas emprenden el retorno
a casa, para otros recién comienza el día; y es que parece que la oscuridad de
la noche fuera una especie de capa de invisibilidad para quienes requieren y
contratan los servicios de prostitutas travestis. Porque, si la prostitución
hoy en día es un tema tabú, la prostitución por parte de travestis es algo que
simplemente no se conversa.
Ahora
bien, ¿por qué se menciona que El lugar
sin límites es un texto anacrónico? Nelson Rodríguez menciona que “La
novela de José Donoso nos sumerge en la reflexión sobre lo humano, descubriendo
que en el corazón de éste, lejos de existir unidad o sentido, existen
problemas, mundos disueltos y por disolverse, decadencia, tristeza, dolor y
ruina”, esta primera descripción de la novela ya nos hace sentir que independiente
de la época en la que se encuentre el lector, el sentimiento que producirá en
él al momento de leerla será el mismo.
Cuando
se habla de la decadencia de la sociedad, esta puede ser asociada
inmediatamente en un personaje: don Alejo. Este personaje miembro de la
aristocracia social, quien llega a ser senador, se encarga de embaucar al
pueblo con un sin número de promesas que jamás llegarán a cabo, como por
ejemplo la construcción de un paso que se conecte con la carretera. De esta
manera, don Alejo y todo lo que representa es algo anacrónico, porque basta con
encender la televisión para darse cuenta que don Alejo no ha dejado nunca de
existir: aristócratas con apellidos de renombre que se encargan de prometer
cambios, mejoras, pero una vez conseguidos los tan anhelados votos se olvidan
de todo aquello ante lo cual se comprometieron. No obstante, lo mencionado
anteriormente no es lo más despreciable, sino que el doble estándar: prohibir y
condenar una acción, para luego ellos mismo realizarlas bajo la impunidad del
anonimato.
Por
otro lado, la Manuela también corresponde a un personaje anacrónico de la
sociedad. Desde nacer con un determinado sexo, queriendo poseer otro, hasta
pensar de una manera, pero tener que actuar de otra forma; la problemática que
rodea a la identidad de los individuos es compleja, muchas veces determinada
únicamente por lo que la sociedad dicta sobre cómo son los compartimientos
permitidos. La manuela reniega sus orígenes como hombre, su masculinidad, la
paternidad sobre la Japonesita. La manuela se asume mujer, asume este rol que
“no le corresponde fisiológicamente” y mucho menos socialmente. Pero en la
actualidad, tampoco es tan sencillo asumirse mujer si se ha nacido hombre, y no
porque el individuo en cuestión no pueda, sino que la sociedad asume un rol fiscalizador
que nadie le ha pedido que tenga, el cual se desempeña en recordarles, sobre
todo a los travestis, que ellos no son lo que dicen ser y nunca podrán serlo.
En
conclusión, podemos afirmar que independiente el año que uno lea El lugar sin límites, siempre
encontraremos alrededor nuestro una Manuela, un don Alejo, un Pancho Vega, para
recordarnos que la sociedad es cíclica y que los prejuicios, tensiones y
decadencias de ayer, son las mismas de hoy. Porque, aunque se asuma que Chile
es un país en vías hacia el desarrollo, mentalmente siempre seguirá siendo,
lamentablemente, sub-desarrollado.
Rodríguez
A., Nelson. (2003). El lugar sin límites de José Donoso: una re-lectura desde
la alegoría de Walter Benjamin. Literatura y lingüística, (14), 27-47.
Recuperado en 30 de octubre de 2015, de
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0716-58112003001400003&lng=es&tlng=es.
10.4067/S0716-58112003001400003